La mezquindad se volvió pandemia

Desde los primeros días del año, cuando apareció el coronavirus, los pronósticos de contagios, para Colombia, eran aun peores a los panoramas vividos en España, Italia, Inglaterra, Francia o Estados Unidos. Todos los pronósticos estaban basados en “modelos matemáticos” nos explicaban nuestros amigos mas versados en estos temas, proyecciones que sirvieron para entender el problema y llegar a los resultados actuales.

No los voy a aburrir con cifras, porque seguro todos las han visto, pero si quiero resaltar algunos datos que nos pueden ayudar a entender el significado del título de este escrito. Recordemos que en España o en Italia, a los 30 días de iniciada la epidemia, se morían casi mil (1.000) personas diarias y en Colombia a la fecha, 90 días después, los muertos apenas superan los 2.300 casos (mucha gente, quisiéramos no hubiera muerto nadie, pero así se nos presenta esta pandemia. En España a hoy han muerto 28.325, en Francia 29.720 y en Italia 34.675, la décima parte que que el promedio de esos 3 paises, y unas 120 veces menos, que Estados Unidos donde han muerto mas de 123.000 personas.

Pero no, todos resultamos expertos en epidemias y en política, y la mezquindad en la calificación al gobierno, que ha tratado de acertar, es bien bien diciente: “el Gobierno todo lo hace con los pies”, este país, “es el peor del mundo” o es el “más mal gobernado del planeta”, este presidente “es un mocoso”, o “un aparecido que no sabe gobernar”. Recuerdo a algunos médicos metidos a políticos, llamando a huelgas aprovechando el momento. ACLARO, que me quito el sombrero por TODOS los trabajadores de la salud, pero esto no me impide ver algunas manifestaciones que están fuera de lugar basadas en posturas ideológicas.

Pero la realidad es otra, el Gobierno ha logrado impedir que esa curva de contagios crezca a la velocidad en la que crecia en los países “civilizados”, evitando que las UCI se saturaran rápidamente y permitiendo que la emergencia se haya aplazado mientras se fortalece el sistema de cuidados intensivos, nos educan a la todos (ojo, no se ofendan, seguro muchos de ustedes se sienten bien educados), nos enseñan a lavarnos las manos, a usar tapabocas, aquello del distanciamiento social y hasta hemos aprendido lo importante de máscaras protectoras para los más vulnerables (me incluyo en este último grupo).

Pero se han emprendido unas campañas de odio, por los opositores que han manifestado su interés por ser candidatos a la presidencia, ya sea para ellos o sus comparitidarios, y aprovechando el estrés generado por el encierro, se difunden mensajes falsos que enardecen a la población, convenciendo a muchos incautos, del mal gobierno que tenemos, y se refieren “de aparecido” cuando se refieren al Presidente, etc. Un día vemos a algunos alcaldes (entre ellos la Alcaldesa de Bogota) pidiendo autonomía, queriendo figurar, pero cuando se les entrega “la llave” (el Presídente ha dicho, nosotros dictamos las normas y ustedes -alcaldes- tienen la llave) si algo sale bien ellos son unos héroes pero si algo sale mal, entonces “la culpa es del Presidente”.

El presidente no ha estado solo, tiene un gran equipo de asesores. Un Ministro de Salud que es un prestigioso médico epidemiólogo que ademas se acompaña de los mejores, de los gremios de cientificos, entre otros expertos, han tomado las medidas necesarias para lograr los resultados ya referidos. Luego aparecen los congresistas, algunos a punta de gritos, en esas video reuniones que han implementado para sesionar, protagonizan los mas tristes espectáculos de la vulgaridad, le han dicho hasta mentiroso y cualquier cantidad de epitetos, en un lenguaje propio de las peores ollas repletas de delincuentes. Ese señor merece todo el respeto, ahí están los resultados, pero los mas bajas pasiones han llevado a algunos a burlarse de su timidez ante las cámaras. Es un médico no un actor de televisión.

Desde hace muchos meses se vienen planteando muchos analistas, algunos políticos y personas del común, un dilema muy complejo, que el Presidente en sus mensajes diarios ha explicado hasta la saciedad. Tenemos que aprender a convivir con el virus, que estará entre nosotros hasta que no haya una vacuna, para ello la pedagogía. Pero tenemos que reactivar la economía porque Colombia es un país pobre que no puede (no tiene recursos ilimitados) alimentar y financiar la vida de todos los colombianos, para mantener un confinamiento estricto en forma indefinida. No es posible, y no se trata de privilegiar la economía sobre la vida, se trata de entender que no es viable.

Hoy no sabemos cuanta gente habrá muerto de hambre. Pero el hambre no solamente quita la vida, atrofia cerebros (mata cerebros de niños), y hoy tampoco sabemos cuantos niños han sufrido un deterioro de su capacidad cerebral por aguantar hambre. Los médicos y los maestros bien saben que un niño que aguanta hambre su cerebro no se desarrolla, no aprende y el resultado es que ese niño se convierte en un retrasado mental. Que triste que en un futuro cercano se tenga que hablar de la generación del COVID-19, refiriendose a una generación que se perdió en esta crisis.

Mucho me temo que, las personas que piden (exigen) confinamiento indefinido, son aquellas que no tienen problemas para sobrevivir varios meses confinados, para conseguir sus alimentos y que jamás han sabido lo que es el hambre (conozco varios). Egoísmo rampante pretender lo que a ellos les parece sin mirar el escenario nacional real. Lo que se impone es que aprendamos a cuidarnos, que aprendamos a convivir con el virus, pero que entendamos que se debe reactivar la economía, porque es la única forma de evitar la tragedia del hambre y que la miseria recupere niveles gravísimos que vivíamos hace años.

El pasado 19 de junio, se realizó una jornada de “día sin IVA”, esto permitió un impulso en la reactivación de las ventas, con lo cual se lanzó un salvavidas a las empresas que luchan por sobrevivir y no despedir a sus empleados. Lo que también significa que el objetivo es salvar empleos.

Pero claro, aun después de tres meses de pedagogía en el uso de tapabocas y del distanciamiento social, porque es así como tendremos que vivir al menos un año más, aparecieron los más avispados, los indisciplinados y los idiotas que se agolparon frente a los almacenes de sus preferencias, queriendo comprar primero que su vecino, tratando de “colarse” (todos los hemos visto: se cuelan en la fila del cine, en la fila del peaje o en la entrada a futbol, esos idiotas son bien recordados) y el resultado fue que armaron varias aglomeraciones inaceptables.

Pero parece que esta no solo es culpa de las personas, tal parece que aquí se reflejó la ineptitud y falta de liderazgo de sus alcaldes. Ya mencionaba atrás que algunos alcaldes se lavan las manos de manera cantinflesca. La sonrisa socarrona de Claudia López, mientras comentaba en un video, que ese día sin IVA había sido una barbaridad y un fracaso, me hace sospechar que quizás pudo existir hasta sabotaje o minimo, que estaba feliz con la mezquina campaña.

¿Por qué Bucaramanga, Montería y Medellín, entre otros muchos, no tuvieron semejante caos que se armó en Bogota, Barranquilla y Cali? No hablo de tendencias políticas, hablo de ineptitud, de falta de liderazgo. Esa manía de estar criticando todo, vociferando, gritando y echándole la culpa al Gobierno, se refleja en que sus gobernados les siguen el ejemplo: “esto no es con ellos”. Ese es el mensaje de la señora López quien ha sido la primera en dar mal ejemplo e irrespetar las normas de aislamiento.

Pero el peor sabotaje, el que esta calando en el ánimo de las personas, es el sabotaje informativo. En Colombia hay registrados 92.000 establecimientos comerciales y los que tuvieron los problemas replicados tantas veces por las redes y los medios, se restringe solamente 88 almacenes que no tuvieron la capacidad de organizar el acceso a sus establecimientos o no tuvieron el apoyo de sus alcaldes, para controlar el orden público indisciplinado, pero quisieron mostrar como el peor de los caos por cuenta del Gobierno central. Porque es importante la reactivación del comercio, porque representa el 18% del PIB y es uno de los sectores más importantes en generación de empleos. Respóndanme esta pregunta ¿de los tan inteligentes alcaldes, ninguno se imaginó que los más avispados de los colombianos se “colarían” en la fila? Tendrian que haber tomado medidas de precaución.

Hay que entender que la salud de la economía es para todos los colombianos, para recuperar el empleo e impedir que desaparezcan las empresas de forma definitiva. Toda la economía debe salvarse para que inclusive Colombia se salve. O ¿de donde creen que salen los recursos para mejorar la infraestructura de salud, sino de los impuestos que pagamos todos? ¿o de donde creen que saldrán los recursos para que se sigan construyendo vías, acueductos, alcantarillados y escuelas?
Y los vagos de FECODE, ¿de donde creen que salen los recursos para pagar sus sueldos y arreglar sus destrozos?

Es claro que esta campaña, mezquina, tiene un profundo trasfondo ideológico. Todo el día nos llegan mensajes por el cambio. Todos esos menajes de cambio van cargados de ideología, para convencernos de que el mejor modelo económico y social es el que pregonan comunistas y socialistas. Llegan muchísimos mensajes de ese tipo, entre ellos “el capitalismo fracasó” (utilizan todos los eufemismos en los que son expertos los comunistas). Al contrario, lo que se demuestra con la debilidad económica evidenciada en Colombia, es que si le diéramos paso a un Socialismo del Siglo XXI, llegaríamos al fondo más rápido de lo que llegó Venezuela, al foso, en la era Chávez-Maduro.

Twitter: @jebotero


Share this post: