La verdad manchada
Grotescos espectáculos teatrales hemos visto en estos días por televisión, YouTube y por todos los medios hoy disponibles. Hoy en día, no se nos escapa nada, si los medios no quieren publicar alguna noticia, el WhatsApp no perdona, las noticias se filtran a la velocidad en que la pólvora arde cuando le acercan el fosforo encendido...
Hemos sido bombardeados desde hace un par de meses, por una publicidad contra las falsas noticias (que llaman haciendo gala de un gran esnobismo “fake news”) y advierten que solo las noticias que trasmiten la radio y los grandes medios, son confiables. Al parecer ellos si dicen la “verdad”. Claro, ellos dicen la “verdad” que quieren entregarnos y difunden las ideas que ellos escogen para poder influir ideológicamente en los oyentes desprevenidos. Se llama guerra ideológica. Por ejemplo, muchos de los más “destacados” periodistas, que se sienten amenazados profesionalmente por la proliferación de diarios digitales, blogs, opinadores, etc., nos venden la idea (soterrada) de que justicia es igual a guerra. (más adelante ampliaré el concepto)
Espectáculos histriónicos se preparan cuidadosamente y se difunden ampliamente, apuntan a que muchos se conmuevan ante tanta bondad y amor por parte de los dueños de la paz. Sin embargo, otros, al entender la falsedad disimulada por un tapabocas, nos indignamos al entender el engaño, la mentira y la burla.
Esta semana en las noticias, por WhatsApp, Facebook, Youtube, etc., fuimos testigos de uno de estos espectáculos bochornosos, protagonizado por dos personajes de las Farc, y que hacen parte de su brazo político en el Congreso.
La historia resumida es la siguiente: alias Sandra Ramírez le ofrece un abrazo a una victima (Doña Carmenza López), y esta rechaza ese abrazo, y le dice que no recibe ese abrazo hasta que no le digan la verdad de porque asesinaron hace 12 años a su esposo. Esto sucedió durante la presentación de una obra picaresca, montada por una entidad llamada CENTRO MEMORIA PAZ Y RECONCILIACIÓN, que contó con la presencia de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
Nótese que todos los mensajes de estos radicales, que asesinaron colombianos durante 60 años y que siguen manteniendo un brazo armado que eufemísticamente lo llaman disidencias, giran al rededor de la “memoria” que ellos quieren construir, de “la paz” de la cual se adueñaron después de haber hecho la guerra inmisericorde y de la “reconciliación”, la “tolerancia”, el “perdón”, la “misericordia” y la “compasión”, que la piden para ellos pero jamás la tuvieron para sus victimas.
Pueden ver el video en YouTube, si lo buscan por el siguiente titulo: “Victima se negó a recibir abrazo de exFarc hasta que le digan la verdad”. Mi intención no es repetir completa esta historia sino analizar algunas (pocas) de las frases que pronuncian, con afectado acento, alias Carlos Antonio Lozada (también conocido como “Tornillo, le decían así porque los niños reclutaos por las Farc le corrían leguas, imagínense lo gráfico de este mote) y Griselda Lobo, alias Sandra Ramírez (concubina de “Tirofijo), otra redomada mentirosa de la cual hablaremos un poco más ampliamente.
Es claro que analizar la burlesca de este corto video, podría darnos material para un libro que desmenuce la gran cantidad de basura ideológica que ellos suelen esputar. En el video, que les menciono, podemos ver y escuchar a “Carlos Antonio Lozada” (entre comillas porque es un alias): “Si algo me ha impresionado o nos ha impresionado a nosotros, es la generosidad de las victimas (…) no hemos conocido una sola victima que pida que la guerra continúe”. ¡Pues claro!, ¿a quien de ustedes que le pregunten si quieren guerra va a decir que si? Claro que todos diremos que no. Pero en este caso, “Tornillo” está escondiendo o disfrazando la palabra justicia.
Ellos pusieron como condición no pagar un solo día de cárcel y acceder a curules en el Congreso, gratuitas, si esto no era aceptado, no firmarían el Acuerdo de la Habana. Fue un chantaje vulgar y artero, y Santos, que tenía mucho afán por recibir ese Premio Nobel, firmó todo lo que le exigieron. Por eso decían los señores de las Farc y muchos amigos que apoyaron los Acuerdos, lo repiten como autómatas: “¿quien va a firmar un acuerdo de paz para irse a la cárcel? ¡Pues nadie!”.
Pero si les preguntaran -que jamás lo han hecho- a las victimas si ellos quieren que se haga justicia, así fuera poca, estoy seguro de que todos dirían que si. Pero no, las Farc condicionaron la paz a que hubiera impunidad, y le preguntaron al gobierno: ¿paz o guerra? Ese caballito de batalla era más un chantaje al secuestrado (el gobierno) que una pregunta para ser respondida en libertad. Este tipo de construcciones idiomáticas son una característica de la izquierda radical y de los políticos comprometidos con estas ideologías, que como Santos, decidió burlarse de los colombianos y a punta de mentiras logró un apoyo considerable de los más ingenuos de los colombianos. A pesar de todo ese formidable despliegue publicitario por el SI en el plebiscito, el pueblo colombiano le dijo NO y él se lo robó. Ahora, ya consumada la traición, son las Farc, las se burlan diariamente de todos nosotros.
Sería muy largo analizar cada una de las frases pronunciadas por los personajes farianos referidos en este cuento, todas frases que pronuncian son cuidadosamente estudiadas. En su libreto ellos se presentan como los salvadores de Colombia y prometen como ellos serán los realizadores de la paz y justicia social. Este es el engaño ya trillado de la izquierda radical, que ha sabido apoderase de muchas de las banderas más altruistas, las más importantes, y que con las que ellos vienen convenciendo a miles de incautos espectadores.
Pero si escuchar a Lozada indigna, escuchar a Griselda Lobo es doloroso. Esta señora con voz de predicador barato, fingida entonación, se deshace en palabras “santas”, dice ella, salidas del corazón: “no mas a la guerra”, “compartir” y “querer que todas las mujeres padres y madres para que digan ni un hijo mas para la guerra, que no les corten sus sueños.” ¿Se acuerdan del discurso y la propaganda que Santos sacó durante su campaña por el Premio Nobel y por el Plebiscito que perdió? Pues es un libreto, que menos elocuente y más vulgar repite doña Sandra Ramírez:
Ella dice dirigiéndose a Doña Carmenza, a quien le asesinaron su marido: “Nuestro nuevo país en paz y reconciliación (…) yo me iré muy tranquila por que se que su merced nos ha perdonado” (…) “Le pido de corazón que nos demos un abrazo de reconciliación” (…) “Por ese dolor que le causamos, un abrazo en reconciliación, yo me ire tranquila a cumplir con mis actividades” (…) “Siento el dolor que ha sentido su merced”.
Acto seguido la Senadora guerrillera (vicepresidente del Senado, viuda de Tirofido) se le acerca a la señora Carmenza López buscando el abrazo, un abrazo que no llegó. Cual no sería su sorpresa, imagínense su desconcierto (acostumbrados a que Santos les llevaba el teatro armado y con libreto para cada uno de los actores) al ver que esta digna señora, victima de las Farc, no se levantó para el aceptar el abrazo de judas, sino que le dice que, para ella “no es fácil, pues quiero que ustedes me digan la verdad, una verdad honesta y justa, donde nosotros podamos sentirnos un poco en paz.”
Entonces la “predicadora de las Farc”, en su ridícula solemnidad, dice “La verdad sanará, la verdad se va… “
Doña Carmenza, muy digna e inteligente le dice “Ese abrazo lo recibiré el día en que ustedes me digan la verdad, quiero esa verdad…”
Acto seguido dice el moderador: “Este es un camino que inicia hoy (dice un personaje enmascarado y anónimo) y que, como la paz este un proceso que implica mirarnos a los ojos. (…) que la verdad sea reconciliadora, reparadora y una garantía de no repetición.” Solo faltaron las campanas atizadas por un monaguillo y que todos hubieran orado de rodillas, ante la divinidad de los nuevos dueños del amor, el perdón y la reconciliación.
¿Alguien se ha preguntado que significa la “garantía de no repetición”? ¿en que consiste? ¿O será otra construcción idiomática para que la repitamos todos nosotros, como idiotas al matadero? ¡Balandronadas!
PREGUNTA SUELTA:
¿Cómo es que con miles de testigos, guerrilleros y guerrilleras desmovilizados, que declaran haber sido abusados sexualmente y reclutados a temprana edad, no se puede hacer nada judicialmente ya que este constituye un delito de lesa humanidad y con Uribe, dos delincuentes de tercera aleccionados como testigos falsos, logran señalarlo sin pruebas y lo tienen en la cárcel? Algo muy malo pasa en Colombia con la justicia.
twitter: @jebotero