Santos pisotea la historia

He escuchado varias veces esta frase que siempre me ha llamado la atención que solamente leyendo la historia del terrorismo comunista en América Latina he entendido su trasfondo: “Las guerras no las ganan los que derrotan militarmente al adversario, las ganan quienes escriben esa historia”.

Esto sin duda esta sucediendo en Colombia, nuestras Fuerzas Militares acorralaron a la guerrilla, la redujeron, a tal punto que los cabecillas tuvieron que refugiarse en los países vecinos. Sin embargo, aunque Santos al principio entregó resultados impresionantes contra las Farc (la muerte del Mono Jojoy y de Alfonso Cano), posteriormente cayó en la trampa de las negociaciones de paz y está a punto de perder la guerra, por estar mal asesorado. Sus asesores lo han llevado a contratar la “Memoria Histórica” del conflicto con los personajes más vecinos ideológicamente a las Farc.

Contratar a una docena de personajes como el Padre Javier Giraldo (claro abanderado de la teología de la liberación y defensor acérrimo de las Farc) y pagarles a cada uno 50 millones de pesos, para que cada uno escribiera un documento que integraría la memoria del conflicto, es un gran error, significa dar un paso en la claudicación del Estado en una guerra, que Santos dice, consideraba ganada. O Santos es un inocente niño en las manos de Sergio Jaramillo o es una demostración más de que su traición lleva años planeándola y que es bien posible que sea el comandante “Santiago” como algunos han afirmado.

¿Porque en aras de la pluralidad, que él tanto pregona, no contrató a personas de diferentes tendencias políticas e ideológicas? ¿Porque solo a los vecinos ideológicos de las Farc? Hay muchas personas que han estudiado este conflicto y podrían contar la verdad sin un sesgo tan marcado hacia el socialismo cuyos militantes en Colombia son tan peligrosamente afines a las Farc:

Por ejemplo, el Profesor Eduardo Mackenzie escribió un excelente libro sobre las Farc -Las FARC, el fracaso de un terrorismo- (siga el vínculo para ver libro en pdf) en el cual cuenta la historia del la violencia en Colombia desde 1924 hasta nuestros días, mucha de ella provocada por el Partido Comunista Colombiano pasando por todos los fenómenos de otras guerrillas y de grupos paramilitares.

La Fundación Ganadera escribió un libro (Acabar con el olvido) liderado en su momento por su directora, la abogada Maria Fernanda Cabal hoy Representante a la Cámara por Bogotá, que recogía la historia de las víctimas entre los ganaderos de Colombia. Miles de ganaderos secuestrados, asesinados o desplazados de sus tierras, es una historia que merece ser contada, publicada y tenida en cuenta en la tan cacareada memoria histórica del conflicto colombiano.

El escritor Plinio Apuleyo Mendoza, quien militó en su juventud en las toldas socialistas, pero como Hayec entendió que estos movimiento socialistas siempre terminan en aventuras autoritarias y que la sociedad más viable se desarrolla en el marco de las libertades individuales, ha realizado varios trabajos, algunos de ellos asocio con la Fundacion Faes (liderada por el expresidente del Gobierno español, José María Asnar) y con la Federación de Organizaciones no Gubernamentales Verdad Colombia. Cabe destacar la revista “SECUESTRO otra arma del terrorismo”, publicada en 5 idiomas y difundida entre los gobiernos y personalidades más destacados del mundo, recordando el impacto de este delito atroz perpetrado en contra de la sociedad colombiana. O un video llamado “TERRORISMO su mano en Colombia” realizado en español en formato para televisión y presentado en varias cadenas nacionales e internacionales (Pueden seguir los vínculos para documento y video).

Existen muchas otras personas con suficiente autoridad y estudio sobre este tema como el Senador Alfredo Rangel, quien ha estudiado el conflicto desde hace muchos años a través de la Fundación Seguridad & Democracia, también militó alguna vez en la izquierda pero hoy defiende la libertad y la democracia.

La Escuela Superior de Guerra cuenta con un grupo de “Memoria Histórica” que tendría necesariamente que ser consultado por el Estado Colombiano en el marco de la terminación del conflicto para entender la verdad histórica que muchos reclaman y que parece que es indispensable según todos los expertos. Entendemos la necesidad de conocer la verdad del conflicto pero la tal “memoria histórica” no puede servir para lavarles las manos a los terroristas y enlodar a quienes defendieron la democracia.

Que se cuente la verdad sobre las FARC es necesario. Que se cuente en qué casos las FFMM abusaron de la población civil, a quien juraron defender, también es necesario. Qué se destapen las atrocidades de todos los actores es importante para reconocer y resarcir a las víctimas. Pero que se cuente una historia que no es cierta, se ignore a las víctimas, se cubra de impunidad a unos y se mancille a otros injustamente, seria un error histórico que jamás permitiría la paz entre los colombianos.

Con las decisiones actuales, presidente Santos, usted está claudicando ante las Farc y son ellas las vencedoras actualmente. Es claro que las concesiones que usted hace y las exigencias que aun hacen las FARC, no definidas durante el proceso, son una muestra de que ellos se sienten vencedores y en su afán de que la historia le reconozca (a Santos) haber firmado una paz, conducirá al país a un ciclo de violencia peor y será la historia quien los juzgue como un nefasto traidor de su pueblo.


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