Santos y Obama, tal para cual

Hace unos meses, se desarrolló un debate mal oliente, algunos formadores de opinión de los principales periódicos sostenían que el periodista tiene derecho a contar la historia a su manera, sin importar que no todo sea verdad, tal parece que con estas mismas técnicas se escribirá la memoria histórica del conflicto colombiano. Esta ha sido la metodología aplicada en los países del Cono Sur y actualmente en Colombia por algunos políticos que creen que mintiendo sobre los hechos la situación deja de existir.

Por estos días el tema de moda ha sido el Plan Colombia, al que ahora le atribuyen poderes mágicos y maravillosos con el objetivo de ambientar una serie de falsedades que Santos repite sin pudor. Santos le dijo a Obama que los cultivos ilícitos han disminuido sustancialmente (mintió) para redondear diciendo que él (Obama) era el hombre más popular en Colombia. ¿De verdad Obama le creyó? Si así fuera, quizás sea más despistado de lo que aparenta.

Recordemos que el Plan Colombia fue ideado, y gestionado por el presidente Andres Pastrana, para combatir el narcotráfico. Esos dineros solo podían destinarse al combate contra los cultivos ilícitos. Era la Policía Nacional la entidad que aplicaba los recursos en el componente logístico contra los sembrados, los laboratorios y las exportaciones de la droga, pero, con mucha lógica, El Plan involucraba un importante componente social, pues al erradicar los cultivos de coca se requerían programas de seguridad alimentaria y de sustitución de cultivos para asegurar la supervivencia de los campesinos dedicados a la siembra de la mata de coca.

Posteriormente, ya en el gobierno de Uribe, se autorizaron recursos del Plan Colombia para que las Fuerzas Militares apoyaran esta lucha, debido a que se demostró que las FARC se habían adueñado de este negocio y los formidables ingresos les había permitido crecer exponencialmente. Se requirió de una gran voluntad política para: el fortalecimiento de las FFMM y de Policía, el gran aumento del pie de fuerza, la decisión de una eficaz lucha contra los cultivos y para fortalecer el componente social complemento de esta lucha, como fueron las Familias en Acción, las Familias Guardabosques, el millón de informantes, etc.

Se ha dicho que Colombia pasó de ser un “Estado Fallido” a ser la potencia mundial que Santos dice que somos. Esta es otra gran mentira, Colombia avanzó muchísimo pero está lejos de ser ese paraíso que hoy nos quiere vender el Presidente. Claro que el Plan Colombia fue muy importante pero se requirió de la decisión de dos gobiernos (Pastrana y Uribe), de contrapartidas con recursos de la Nación, impuestos para la guerra que los colombianos pagamos gustosos (técnicamente así no se llaman, pero así los conoce el imaginario popular), de un gran sacrificio por parte de nuestros soldados, policías y de los ciudadanos que cayeron trabajando por la patria.

Desafortunadamente al llegar Santos a la presidencia decidió revivir las guerrillas, acabar con las fumigaciones de coca y entregar grandes zonas al dominio del narcotráfico. Enterró todos los logros del Plan Colombia. Sin embargo fue a decirla a Obama que todo era de color rosa y que los rezagos del narcotráfico, serían

erradicados con la ayuda de las FARC. No dijo allá, Santos, lo que Luis Carlos Villegas dijera aquí días antes: “En el nuevo Plan Colombia se pedirá ayuda a EE.UU para dar seguridad a las Farc”.

Para convencer a los colombianos de que TODOS están de acuerdo con él, mostró una carta de apoyo firmada por 57 congresistas de los Estados Unidos (56 demócratas y 1 republicano), la que presentó como prueba de que el apoyo es unánime y bipartidista. Esto está lejos de ser cierto pues muchos republicanos han expresado su desacuerdo con el manejo que se viene dando al narcotráfico por parte del Gobierno colombiano.

En las principales noticias y periódicos de USA se dice que el partido Republicano (mayoría hoy en el Congreso de Estados Unidos) no está tan convencido del desempeño actual de Santos frente al narcotráfico pues han conocido las noticias sobre la suspensión de las fumigaciones, la actual expansión de los cultivos de coca, la eliminación de las extradiciones, las promesas impunidad a las FARC, la próxima declaratoria del narcotráfico como delito conexo al político y la petición de que las FARC sean eliminadas de la listas de terroristas, no sólo a USA sino a la ONU y a la UE.

Sin embargo Obama mira para otro lado, porque aclaro, no creo que sea tan ciego, pero si lo hemos visto demasiado complaciente con los terroristas y con los violadores de los derechos humanos, traicionando principios que han sido inamovibles por décadas en su Nación. Ya lo vimos de cómplice con los Castro, a quienes, que a pesar de que aún mantienen esclavizado al pueblo cubano (con todo lo que ello implica), les ha tendido la mano y pretende que el congreso de los Estados Unidos les apruebe el levantamiento del embargo económico, sin que los dictadores den alguna muestra de cambio en el tratamiento a su pueblo.

Igualmente, Santos, entregará el país a las FARC, sin que estas den nada a cambio.


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